En 1919 Don Esteban Revoux, Lotero del Ingenio La Esperanza (así se llamaba a los administradores de los Lotes o campamentos de obreros del Ingenio), adquirió en Francia un automóvil Leyat Helica 2 Sedán impulsado por una enorme hélice delantera de dos paletas, protegidas con un aro metálico al que se le agregó en los talleres del Ingenio una parrilla para mayor seguridad. Su carrocería era de madera, la suspensión independiente en las cuatro ruedas, con las traseras operaban la dirección y las delanteras tenían los frenos. Estaba equipado con un motor frontal Anzani de 25 Hp que le permitía avanzar hasta casi 80 kilómetros por hora, muy “alta velocidad” en su época. Podía flotar y transportaba hasta tres personas.
Se fabricaron menos de 10 unidades del modelo.
Su acceso a la ciudad de Salta le fue prohibido por el viento que producía y la tierra que levantaba, y por las calles de San Pedro, el Ingenio y sus Lotes, su paso alborotaba las gallinas, espantaba perros y caballos, además de amenazar levantar las polleras de las damas.
FOTOGRAFÍA: fotografía del automóvil que circuló por nuestras tierras, que fue vendido a un comprador de San Miguel de Tucumán desconociéndose su destino final.