Consagrada a Nuestra Señora de la Candelaria, data de finales del siglo XVII.
Ubicada frente a la plaza principal. Exhibe doce cuadros de los profetas, pintados por Marcos Zapaca, pintor indígena, integrante de la Escuela Cusqueña. En su interior, de gran riqueza ornamental, destaca un retablo de 1860 con motivos vegetales y geométricos.
Fue declarada Monumento Histórico Nacional.