La Manzana para la Plaza Central estaba reservada desde 1885 cuando se terminó el Plano de trazado del pueblo, pero llegado el cambio de siglo continuaba siendo un potrero con perímetro indefinidos (la Escuela Nº 2 se construyó en 1904, la Iglesia en 1916 y la Municipalidad en 1940)—–En agosto del 1900 se estableció en Argentina el “Día del árbol” y en nuestra naciente comunidad surgió la idea de celebrarlo cercando el lote de la plaza, construyendo canteros y veredas, instalando bancos y parquizados
Para ello se organizó una Comisión encargada del diseño y adquirieron plantas en Tucumán, procurando sean “de las que se mantienen verde todo el año”—–La inauguración se realizó en 1901 con el perímetro enmarcado por árboles de eucaliptos (especie traído por Sarmiento en 1857 y diseminada por el ferrocarril), que sanos y fuertes durante más de ciento veinte años fueron silenciosos testigos de aciertos, errores, alegrías y tristezas de la comunidad.
Pero el tiempo que no perdona con sus génesis y vencimientos les dijo basta y convertidos en gigantescas moles cuya raíces levantaban veredas y pavimentos fueron falleciendo-
No podíamos llevarlos a cenizas sin un agradecimiento a su representatividad, por ello el municipio programó un reconocimiento a la historia silenciosamente guardada en los leños de uno de los últimos ejemplares, destinando porciones de su tronco para que estudiantes del Centro Polivalente de Arte con el apoyo de sus Profesores confeccionaran esculturas representativas, las que continuarán atestiguando nuestra historia futura
Tributo a los que fueron, respaldo a los que son y testimonio de los artistas protagonistas de las obras, que podrán por muchos años relacionarse con lo que representan e identificarse como artífices de las mismas.