En 1682, el Marques de Tojo puso la piedra fundamental de la Iglesia pero su construcción finalizó en el año 1690. Hoy la podemos admirar tal como era en aquella época, salvo pequeñas modificaciones.
Lo más notable es su interior, los herrajes de sus puertas y la estructura de madera del coro; el púlpito, los altares y retablos, fueron realizados por una cubierta de oro a la hoja. Cuadros y esculturas fueron traídas desde Cuzco para su ornamentación. Los muros laterales, cuentan con aberturas con placas de alabastro, que permiten una suave iluminación natural. Fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1941.