Los hombres se reúnen para revalorizar el compromiso de padrinos, la amistad y renovar la responsabilidad que implica ser padrino.
Se reúnen en fortines o casas particulares, almuerzan, beben, se comparten y las vivencias de todo el año, juegan con talco, albahaca y serpentina.
Hasta tarde, cantan coplas picarescas, guitarrean y se divierten al son de la música, hay poco baile porque no hay comadres, pero de a poco van tomando preponderancia.