Cuando en la pasada década de 1970 se dispuso desviar el Arroyo San Pedro para evitar inundaciones en la ciudad, no se le dio importancia a la gran diferencia de nivel entre el viejo cauce y el nuevo.
Así, en poco años cerca del paraje Pampa Redonda el agua socavó un largo y pintoresco cañón, que sumándole la exuberante vegetación que lo rodea, el fresco clima del verano y los escasos 5 o 6 km en línea recta de la ciudad (poco más que al puente San Pedro) en que se encuentra, constituye una prometedora posibilidad de desarrollo turístico para San Pedro.
Fotografías tomadas por el Jefe del Departamento de Turismo de nuestra Municipalidad, Sr. Franco Melano.